Informe político de coyuntura
La esencia misma, el alma viva del marxismo: el análisis concreto de la situación concreta.
– Comunismo. V. I. Lenin
Introducción
Para analizar la coyuntura del Estado español debemos previamente caracterizar la coyuntura internacional basada en un importante desarrollo del imperialismo, con una gran concentración de capital en monopolios en las últimas décadas. A modo de ejemplo: en 1996, 300 grandes monopolios controlaban la economía Norteamericana y 150 hacían lo propio respecto a la economía del ReinoUnido. 358 multimillonarios disponían en 1996 de los ingresos equivalentes a los de los 2.300 millonesde personas más pobres del planeta (datos de la OIT).
El sistema capitalista sufre constantes crisis fruto de los ciclos económicos. En momentos de recesión el capital y las fuerzas productivas se vuelven a reasignar buscando la mayor rentabilidad posible. La teoría marxista analizó el fin del sistema capitalista, pero las crisis periódicas han sido hasta ahora superadas dando como resultado una mayor concentración del poder económico y, por ende, político.
Existe un periodo de dificultades para la hegemonía imperialista de los Estados Unidos, debido a causas económicas pero también políticas. En el plano económico hemos de destacar la caída en la tasa de ganancia de la economía norteamericana (y las principales potencias capitalistas), una crisis de superproducción y sobreacumulación primera enmascarada bajo la llamada crisis de las“punto.com” en el año 2000, y que supone el comienzo de una recesión a nivel norteamericano y mundial. Ésta se prolonga bajo el epígrafe de “crisis de las hipotecas basura”, y nos lleva a la actual situación internacional, en la cual se produce una profunda crisis que está afectando sobre todo a las economías centrales del imperialismo.
Como novedad, esta última crisis nace de la ineficiencia del sistema financiero, ya que en su necesidad de aumentar beneficio y su exceso de liquidez provocó el préstamo en cantidades ingentes sin garantías para luego titularizar esos créditos y venderlos. Esta estructura se sostuvo bajo el axioma de que si se empezaban a poner en duda los precios inmobiliarios todas esas titulaciones dejarían de valer lo que se suponía. A día de hoy los bancos no prestan y necesitan liquidez, puesto que sus activos no valen lo que habían supuesto. También se suma en el momento actual la crisis energética, fruto de la especulación: hoy el 75.
El crecimiento de los países de la OCDE se ha apoyado en las últimas décadas en un fuerte endeudamiento por un lado y en la explotación a través de la deslocalización de lo producción de los trabajadores y trabajadoras del tercer mundo por el otro. Esto último ha mantenido en unas cifras bajas la inflación, gracias a las importaciones a bajo coste. Todo esto sin dejar de mencionar las clásicas ofensivas neoliberales de desregulación de mercados laborales, o fuertes procesos inversoresen las privatizaciones de servicios y empresas públicas que crecieron tras la segunda guerra mundial.
Como respuesta a la crisis, el capital internacional aborda una estrategia de recorte de derechos y libertades fundamentales, utilizando como excusa la doctrina antiterrorista acuñada a raíz del 11 de septiembre de 2001. Paralelamente, avanza en el recorte de derechos y servicios sociales de los sectores trabajadores como mecanismo para intentar revertir la tendencia decreciente de la tasa de ganancia antes descrita. En el terreno político y militar desencadena la llamada “II Guerra del Golfo”contra Irak, como un intento de reforzar el control de la fuente fundamental de energía, el petróleo.
A pesar de ello, la debilidad relativa del centro mundial del imperialismo, los Estados Unidos, espatente, a ello contribuyen varios factores; la dura competencia de las economías emergentes, China e India fundamentalmente, que suponen una dura competencia comercial; así como la reconstrucción de la economía rusa como nuevo competidor en el mercado, con control directo de fuentes de energía (petróleo, gas, etc.); La derrota en forma de retirada norteamericana de Irak, y el empantanamiento de la situación en Siria y Afganistán, salvando las importantes diferencias entre estas dos realidades, unido al afloramiento de proyectos políticos independientes en algunos países de América latina, y como consecuencia de todos estos factores la debilidad del dólar como moneda refugio configuran una situación de inestabilidad generalizada política, económica y financiera.
Como consecuencia de los factores anteriormente descritos y el fin del llamado “estado del bienestar” se produce una precarización y proletarización creciente de la mayoría de la población del planeta, que crecientemente pierde el control siquiera teórico de influir en sus condiciones de vida y de trabajo. En los Estados llamados “desarrollados”, el desmantelamiento de los servicios sociales que era producto de la existencia del llamado “estado del bienestar” (Keynesianismo) es una hecho incuestionable, produciéndose una dinámica de creciente explotación en la producción y en el consumo. En los llamados “países en vías de desarrollo”, la pauperización de la economía genera un fenómeno de emigración masiva hacia el centro mundial del imperialismo, generando un aumento exponencial del llamado “ejército de reserva” que genera tensiones racistas en los Estados de acogida.
Consecuencia del descenso en la tasa de ganancia, se ha producido una sobre abundancia de capital no utilizable en la producción, se produce un incremento exponencial de la especulación, como mecanismo para buscar ganancias rápidas, que ahondan en la crisis del sistema.
Hemos de reseñar igualmente que esta dinámica de contracción del mercado, unido a la crisis del mercado de los hidrocarburos, genera una creciente destrucción de la naturaleza yel medioambiente. A este respecto, el auge de los llamados biocombustibles supone, a medio plazo, no solo una importante degradación medioambiental, sino también una hambruna aguda derivada de la disminución drástica de las tierras dedicadas a la producción de alimentos.
Finalmente, hemos de señalar que en los últimos años estamos asistiendo a un proceso de reactivación de la lucha popular, en varios lugares del mundo se levantan movimientos que, con sus importantes diferencias, cuestionan el modelo capitalista y se enfrentan al imperialismo. En América Latina hemos de destacar, junto a la ya histórica resistencia de Cuba, el proceso Bolivariano de Venezuela y la lucha del pueblo Colombiano, en Asia el movimiento Naxalita de la India y la lucha de los pueblos Turco y Kurdo, fenómenos que apuntan, con todas las cautelas, a la apertura de un nuevo ciclo en la lucha obrera y popular.
La Unión Europea
El proyecto de Unión Europea arranca históricamente como un plan de las burguesías de países de Europa de reconstruir una economía competitiva frente al fin de la Segunda Guerra Mundial y, paralelamente en el tiempo, de constituir el llamado Estado del Bienestar como mecanismo frentea la U.R.S.S. y países socialistas europeos que habían creado el CAME (Consejo de Ayuda MutuaEconómica) en 1949, a los que correspondía el 33% de la producción mundial.
A partir de 1985, con la aprobación del Acta Única Europea, que establece la libre circulación de capitales, mercancías y personas en las fronteras intracomunitarias, y el Tratado de Maastricht (1991), que fijan los criterios de convergencia para la moneda única, el actual Euro, y una política exterior y de seguridad común, se sientan las bases de la actual estructura de la UE, donde la política económica y monetaria es marcada por órganos comunitarios (Banco Central Europeo, etc.), lo que viene a significar la pérdida de control por los Estados miembros de una parte sustancial de soberanía económica, consagrando paulatinamente el principio neoliberal de libre mercado (fin de las barreras arancelarias intracomunitarias, privatizaciones, deslocalización, etc.).
A pesar de la resistencia de los pueblos frente a dicha pérdida de soberanía económica que tiene una correlativa afectación social, y que se traduce en el rechazo de Francia y Holanda al tratado llamado “Constitución Europea”, y el posterior referéndum desaprobatorio de una nueva versión de aquella, el llamado “tratado de Lisboa”, por parte de Irlanda, lo que ha generado una situación de crisis institucional, el proyecto de Unión Europea ha ido ahondando en los aspectos más negativos para las poblaciones trabajadoras de los principios liberales de la Unión. Como ejemplo de ello citar la Directiva Bolkenstein o, más recientemente, la Directiva de las 65 horas mensuales o la llamada “Directiva de la vergüenza”, que endurece las condiciones de estancia y permanencia de la población extracomunitaria.
Paralelamente, y en aras del principio del libre mercado, el desmantelamiento del Estado del Bienestar en los países centrales de la unión Europea, con su secuela de deslocalizaciones, privatización y recorte de los servicios públicos y del desempleo, precarización del mercado laboral, etc., han generado respuestas desiguales en distintos Estados, destacando por su importancia y combatividad las de Grecia y Portugal, que ponen de manifiesto la pauperización creciente de las condiciones de vidade las personas trabajadoras que viven en Europa, bajo el paraguas institucional del concepto de libertad que se asocia sin matices al libre mercado.
Hemos de señalar que ante la aguda crisis y la respuesta popular a la misma, se está produciendo un auge y desarrollo de opciones fascistas como mecanismo más o menos disimulado de canalizacióndel descontento popular hacia opciones favorables a los intereses del capital. Ejemplos de este fenómeno encontramos en Grecia, Bulgaria, Hungría y en el anunciado incremento del apoyo de dicha opción en Francia.
En este modelo de desarrollo, subordinado en lo político y en lo militar a la hegemonía delos Estados Unidos, hemos de manifestar el papel imperialista de la Unión Europea, ejerciendo a través de sus multinacionales para el expolio de los recursos de los países del llamado tercermundo y por la participación política y militar en las aventuras imperialistas. En unos casos estasacciones están dirigidas por y a favor de los intereses norteamericanos (Yugoslavia, Afganistán, Irak,Líbano, Haití, Libia, Siria, etc.), y en otros directamente por potencias imperialistas europeas en defensa de sus propios intereses neocolonaliales, como es del caso de las actuaciones de Francia en el continente Africano (Mali, Costa de Marfil). Cabe también mencionar los recientes apoyos militares y económicos al gobierno golpista de Ucrania.
Estado español
La configuración actual del Estado español es en gran medida heredera de su reciente historia. El Golpe de Estado de 1936 dado por un sector mayoritario del Ejército, con el apoyo decisivo de la alta burguesía, capital financiero y terratenientes, y el sector oficial de la Iglesia Católica, con el apoyo del nazifascismo europeo, dio lugar, tras una heroica resistencia de la clase trabajadora y el pueblo, a una dictadura fascista dirigida por el General Franco, cuyo mantenimiento contó con la complicidad de los llamados “Estados democráticos occidentales” y el poco disimulado apoyo de los Estados Unidos, que vieron en el régimen de Franco un apoyo frente a los países del bloque del Este en la llamada guerra fría.
La resistencia creciente de la clase trabajadora y otros sectores populares contra el fascismo, que se desarrolla durante toda la dictadura, y que adquiere una importancia cuantitativa y cualitativamente muy relevante a finales de los años 60 y en los años 70 del siglo pasado, unidos al interés de determinados sectores de la burguesía por desarrollar un proceso de modernización de la estructura productiva y homologación con otros países de Europa occidental son los dos factores que propician la llamada “transición”.
La lucha entre la ruptura y la reforma se cierra a favor de esta última a través de la colaboración entre los sectores del Franquismo y aquellos que, formalmente adscritos a la oposición, traicionan las aspiraciones de amplios sectores de la población y establecen una serie de acuerdos para apuntalar el dominio burgués centralista sobre el Estado español. A nivel social, los célebres “Pactos de la Moncloa”, que fijan la aceptación de la Monarquía nombrada y heredera del régimen fascista, el mantenimiento intacto del aparato represivo (policial y judicial), del Franquismo, el desmantelamiento del movimiento obrero, la negación del derecho de autodeterminación de las nacionalidades, el mantenimiento de las bases norteamericanas en nuestro suelo, la adscripción a la hegemonía política y militar de los Estados Unidos, con la posterior incorporación a la OTAN, son los elementos que configuran la derrota general del movimiento popular surgido en la resistencia contra el fascismo, con la excepción de Euskal Herría.
Se ha configurado pues un régimen político formalmente democrático, que viene a consolidar la victoria militar de 1939, que con elementos formalmente democrático burgueses coexisten características represivas y dictatoriales, amparadas en las leyes de punto final del 77 y 2007, hacia los criminales del Franquismo, que campan a sus anchas en las calles y en las instituciones, con un elenco de normas represivas para apuntalar el sistema (defensa de la figura de la monarquía, papel de las fuerzas armadas como garante de la unidad del Estado, tortura generalizada al amparo de leyes deexcepción, tribunales especiales como la Audiencia Nacional, etc.), que lejos de diluirse se consolidad con el tiempo.
A ello hemos de añadir e trato de favor que goza, por medio de prebendas y subvenciones la iglesia Católica, que tan determinante papel jugó en el golpe de Estado de 1936-39. A día de hoy, las luchadoras y los luchadores por la libertad que combatieron al fascismo siguen sin ser reconocidos como lo que son, habiéndose dictado una vergonzante ley de memoria histórica que no condena ni a los criminales fascistas ni repara cabalmente sus acciones, limitándose en el mejorde los casos a un tímido reconocimiento “moral” del papel de la resistencia, si anular los juicios y condenas dictadas por los tribunales fascistas, ni tan siquiera eliminar los nombres de los criminales golpistasde nuestras calles y plazas. Tras 36 años de supuesta democracia, los derechos de las mujeres siguen siendo pisoteados, estando en trámite de aprobación un proyecto de ley del aborto que restringe aún más el derecho de éstas a disponer libremente de su propio cuerpo.
Los derechos de los trabajadores y trabajadoras han sido cercenados sistemáticamente, reduciéndose reforma tras reforma el derecho a un puesto de trabajo estable y de calidad, institucionalizando el despido libre, el recorte del desempleo y las pensiones, un desempleo del 26%, la precariedad laboral generalizada (a la cabeza de Europa occidental con más del 30% del total del empleo) y la siniestralidad laboral que alcanza dimensiones de plaga, con cientos de muertos cada año, ante la pasividad de las instituciones y los sindicatos mayoritarios. Tales fenómenos son sufridos especialmente por la población trabajadora joven, inmigrante y mujer. De este modo, prácticamente toda la población se ha convertido en “ejército de reserva”, alternando periodos de empleo, de subempleo yde paro.
La situación actual de crisis económica se agrava especialmente en el Estado español, debido a que el impacto de la misma va a ser mayor debido al peso que la economía especulativa y la construcción tiene en nuestro tejido económico, estando constreñido el Estado por su subordinacióna los mecanismos de decisión de la Unión Europea (Banco central Europeo, etc.), por lo que se revela como utópica cualquier salida que garantice el mantenimiento de las condiciones de vida de la población trabajadora. Podemos afirmar que los sucesivos gobiernos se han inclinado por mantener la política neoliberal que la caracteriza, haciendo cargar sobre las espaldas de las clases populares el coste de la crisis, haciendo disminuir los salarios reales de los/as trabajadores/aspara aumentar la tasa de ganancia de los capitalistas.
La población inmigrante sufre especialmente la explotación como trabajadores/as precarios/as,y el racismo como un mecanismo para enmascarar las deficiencias estructurales del propio sistema, soportando una subliminal propaganda institucional que les equipara a la delincuencia. Dichas poblaciones tienen más deberes y menos derechos que el resto de la población, quebrando los principios formales de igualdad que consagró la Ilustración.
Asistimos a una paulatina pauperización y posterior desmantelamiento de los servicios públicos (sanidad, educación, etc.), con el fin de expandir el mercado a estos y aplicar las doctrinas neoliberales imperantes en el mundo capitalista, desmantelando conquistas arrancadas por la clase trabajadora hace casi un siglo.
El Estado español sigue siendo una cárcel de pueblos, negando el derecho a la autodeterminación de las nacionalidades, y reprimiendo brutalmente todas las manifestaciones en pro de dicho ejercicio. A consecuencia de dicha situación, el modelo territorial es un factor recurrente de crisis para el Estado. En este sentido hemos de destacar la beligerancia con la cual el poder reacciona frente a debates y procesos como el que se está dando en Catalunya.
El actual estatus de las autonomías, impuesto de manera interesada tras la transición, forma parte de esta estrategia de negación del derecho a decidir libremente de los pueblos del Estado español. Iniciativa Comunista es consciente de este hecho y asume como propio el derecho a la autodeterminación de todos los pueblos del Estado español, incluyendo el derecho a la secesión.
El poder pisotea sistemáticamente los derechos de reunión, manifestación y expresión, a través de leyes represivas (Ley de Partidos), y de actuaciones judiciales (cierre de medios de comunicación, encarcelamiento de manifestantes, procesamiento de personas que cuestionan la monarquía, etc.), revelando los estrechos límites que gozan los derechos y libertades formalmente instituidos.
En el momento actual asistimos a una ofensiva legislativa contra los más elementales derechos del pueblo, a través de los proyectos de nuevo código penal, que instaura la cadena perpetua, y de nueva Ley de Seguridad Ciudadana, llamada “Ley mordaza”. Ambos proyectos destinan una parteimportante de su articulado a reprimir las legítimas protestas populares frente a las agresiones que venimos sufriendo.
La población es sistemáticamente empujada a un consumismo sin freno, fomentando el endeudamiento (adquisición de viviendas en compra), y propagando que la felicidad consiste en comprar constantemente más allá de las necesidades, creando una auténtica explotación en el consumo que completa la explotación en la producción, y generando personas hipotecadas durante toda su vida.
La locura especulativa del sector inmobiliario creó un efecto de riqueza que se ha revelado como un espejismo al que muchos/as se enfrentan y que ha servido al sistema financiero. Este efecto ha consistido en la idea de que daba un poco igual lo que se debiera al banco, puesto que aquel piso que estaba a nombre de una persona y que debía al banco, aumentaba año tras año su valor y aun que debiera 200.000 euros, su patrimonio desde el momento de la compra se valoraba un 15.
El Estado español participa en aventuras imperialistas, destinando y manteniendo tropas ocupantes en Afganistán, Líbano, Haití, etc., como fuerzas auxiliares de la potencia hegemónica, los Estados Unidos, manteniendo bases norteamericanas y/o de la OTAN en nuestro suelo, verdaderas plataformas de agresión a otros pueblos.
Las multinacionales españolas (Repsol, Endesa, BBVA, BSCH, Sacyr, etc.) actúan como tales extrayendo los recursos naturales y especulando en varios países del mundo y sobretodo en AméricaLatina, con el apoyo poco disimulado de nuestros gobiernos, que defienden sus intereses en contra de la soberanía económica y política de dichos países.
En cualquier caso, en los últimos años se aprecian señales de una significativa reactivación de movimientos sociales de resistencia. Ejemplo de ello con las movilizaciones obreras de limpiezas en Madrid, autobuses de Barcelona, minería, jornaleros de Andalucía, y luchas populares como ladel barrio de El Gamonal, en Burgos. El repunte del antifascismo y las movilizaciones por la III República van más allá de objetivos reformistas, cuestionando el modelo vigente.
Hemos de reconocer, con sus múltiples altibajos, el mantenimiento de la resistencia en Euskal Herría, que lleva desde la transición resistiendo la represión y la criminalización, manteniendo el enfrentamiento con el Estado en todos los ámbitos sociales y políticos, reflejándose en las luchas ecológicas, sindicales y vecinales.
Finalmente y dentro de la modestia, reconocer la importancia de la consolidación de organizaciones como la nuestra, que emprenden desde el rechazo al reformismo y al oportunismo la tarea de reconstruir el movimiento revolucionario, mediante el desarrollo de la lucha, la organización y la convergencia de los movimientos populares hacia la revolución socialista como la única alternativa al sistema capitalista.
Nuestra posición frente a la Unión Europea
El Estado español y la UE
El Estado español se incorporaría definitivamente a la CEE en 1986, bajo el gobierno del PSOE. Acorde a la incorporación se acometerían en el Estado español una serie de privatizaciones y de reformas laborales acordes a las exigencias de la oligarquía europea. Esta adhesión abrió a la burguesía europea no solo el mercado español, si no el establecimiento de relaciones comerciales y el acceso a los mercados latinoamericanos, con los que el Estado español mantiene tradicionales acuerdos.
Entre 1984 y 1996 se realizaron más de 70 privatizaciones de empresas, entre las que se incluyen empresas como SEAT (1983), Endesa (1988) o Repsol (1989). Por su parte el gobierno realizaría cambios en la legislación laboral que facilitaba el despido de trabajadores/as. Pese a la histórica huelga general de 1988, se continuaría con los dictados de la burguesía española y europea. Estas privatizaciones continuarían durante los periodos posteriores liquidando el tejido industrial público.
En 2001, con la implantación del euro en el Estado español, asistimos a un aumento dela inflación respecto a la anterior moneda, la peseta. Un aumento de precios que no tuvo su repercusión en los sueldo de la clase trabajadora.
Con el comienzo de la crisis estructural y la posición del Estado español en la periferia de la UE ha hecho que descienda posiciones dentro del sistema imperialista mundial y de la UE sometiéndose a las decisiones impuestas por la burguesía franco–alemana.
La Unión Europea es un arma del imperialismo. La Unión Europea es un instrumento interestatal del capitalismo. Junto a otras instituciones imperialistas como la OTAN, el FMI o el BCE conforma un conglomerado de organismos al servicio de las clases dominantes. Varios son los hechos que nos permiten realizar esta apreciación:
La UE ataca a los intereses de la clase obrera y los sectores populares. La unificación de mercados, la eliminación de aranceles, la creación de un banco unificado y la moneda única, sirven a los intereses de la burguesía y sus monopolios. La aplicación de estas medidas ha supuesto para la clase obrera el tener que sufrir la política de privatizaciones, de reformas laborales y el aumento de los precios que ha acompañado a la instauración del euro. Desde su formación la UE ha tenido como objeto la adopción de medidas con el objetivo de beneficiar a la oligarquía económica. Desde el Tratado deMaastricht (1992), donde se especificaba la creación del Banco Central Europeo (BCE) y la instauración del euro. Pasando por La Estrategia de Lisboa, firmada en el 2000, que promueve la restricción de derechos laborales de los/as trabajadores/as y pensionistas para llegar a “la reducción del coste detrabajo”. También la Directiva Bolkenstein (2004), por la cual se encubre prácticas de deslocalización dentro de la UE, aprovechando el desarrollo desigual capitalista, de forma que a las empresas se les aplica la legislación del país de origen y no del país donde desarrollen su actividad. Por otra parte, es significativa la Directiva de las 65 horas (2008), directiva que permitía el aumento de la jornada laboral de 48 a 65 horas semanales, suponiendo un aumento brutal de la plusvalía absoluta.
La futura Estrategia de Europa 2020 continúa con esta línea. Esta estrategia pretende la superación de la crisis estructural mediante la aplicación de reformas que encubren la pretensión de aumentar aún más el grado de explotación de la clase trabajadora.
En materia educativa, la UE ha jugado un papel muy importante en el proceso de elitización y transformación de la Universidad en detrimento de la clase trabajadora. El Espacio Europeo deEducación Superior (EEES), que se ha iniciado con el denominado Plan Bolonia y que ha continuado con una serie de medidas, como la futura “Universidad 2015”, que pretenden adecuar la educación a los intereses de la clase dominante.
La UE también ha jugado un papel destacado en la represión de la clase trabajadora inmigrante, la llamada “directiva de la vergüenza” que endurece la condición de estancia y permanencia de la población extracomunitaria o la externalización de los controles migratorios hacia países donde hay una mayor represión (como Marruecos o Argelia).
En conclusión, la UE tiene como función fundamental el impulso de los monopolios europeos abase de aumentar la explotación hacia la clase obrera y los sectores populares.
La UE ataca a la soberanía de los pueblos. Desde la formación de la Comunidad Económica Europea y especialmente con la instauración de la moneda única, el euro, la soberanía de los pueblos se ha visto notablemente mermada. Las decisiones económicas y políticas se toman directamente en Bruselas y en el BCE, centro de decisiones de la burguesía europea y más particularmente de la burguesía franco-alemana. Actualmente, las políticas económicas y agrarias se toman a nivel europeo bajo la denominación de “políticas comunitarias”. Políticas comunitarias que han hecho perecer sectores industriales y agrícolas enteros, como por ejemplo la decisión sobre el cierre de la minería“no competitiva” para 2018, que ha condenado y condenará a miles de trabajadores europeos al paro, especialmente en el Estado español. La eliminación de aranceles y el establecimiento de un mercado común donde existen países con diferentes grados de desarrollo, conduce inevitablemente a una mayor división del trabajo entre los Estados miembros de la UE. Pese a la política de subvenciones de laUE, como las establecidas en la Política Agraria Común (PAC) para la agricultura, con el objetivo depaliar estos desequilibrios la realidad es que sectores enteros de un país no puedan competir con losde otros países con costes muchos más bajos. Produciéndose una pérdida de la soberanía económica.
La instauración del euro ha hecho que muchas de las atribuciones propias de los Bancos Nacionales pasen a ser derechos exclusivos del Banco Central Europeo. Lo que se traduce en que los Estados pierden competencias respecto al control de su moneda. Y no solo eso, si no quebajo la prerrogativa de mantener bajo control la inflación del euro, el BCE impone medidas a los diferentes Estados.
Durante la crisis estructural del capitalismo, se ha podido observar una mayor injerencia de laUE y otras instituciones aliadas (BCE o FMI) en los asuntos internos de los diferentes Estados. Llegando a la imposición de medidas económicas e incluso de gobiernos, como fueron los casos de Italia y Grecia.
La UE es una institución imperialista y militarista. La Unión Europea está profundamente alineada con la OTAN, manteniéndose firme en la línea de actuación de un marcado carácter imperialista y neocolonial en la defensa de los intereses de la burguesía europea. Bajo la Política Común de Seguridad y de Defensa (PCSD) se establecen las políticas, instituciones y mecanismos interestatales, militares y policiales, del imperialismo europeo. Desde la inmediata posguerra de la IIa Guerra Mundial el “proyecto europeo” tuvo una clara vertiente militar. Paralelamente a la CECA se estableció la Comunidad Europea de Defensa (1952), organismo que jugó un papel muy importanteen el rearme y militarización de la RFA, violando lo establecido en los Acuerdos de Potsdam. Junto al Tratado de Maastricht en 1992, se abrieron las primeras cooperaciones militares europeas, jugando un papel muy importante en la intervención militar en las Guerras de Yugoslavia. Es durante estas guerras cuando se empiezan a crear los primeros cuerpos militares comunes, el Eurofor y el Eurocuerpo.
La guerra de Afganistán (2001) y posteriormente la Guerra de Irak (2003), conflictos con intervención militar de Estados europeos, contribuyeron al establecimiento de la Estrategia Europea de Seguridad (2003), que establecían las líneas maestras de intervención internacional e interna con el objetivo de salvaguardar los intereses de la oligarquía europea.
Con el inicio de la crisis estructural, las agresiones e intervenciones de la UE han ido en aumento. El envío de buques a las costas de Somalia, donde existen amplios intereses de la flota pesquera europea o las intervenciones militares en Libia (2011), República Centroafricana (2012) y Malí (2013). Y más recientemente, las condenas e involucración en Siria y Ucrania, demuestran el carácter voraz y agresivo de la UE que opta por la intervención velada o abiertamente militar para abrir nuevos mercados y obtener unos mayores beneficios.
La UE no conforma un bloque imperialista homogéneo. Dentro de la Unión Europea existen diferentes potencias capitalistas que ocupan una posición desigual dentro de los eslabones de la cadena imperialista. Existen en el seno de Europa contradicciones intercapitalistas que en determinados momentos se agudizan y en otros se atenúan. Las principales potencias imperialistasque se encuentranen la UE son Alemania, Francia y el Reino Unido, aunque este último al no aceptar el euro está más desligado de las estructuras de la UE. La desigualdad y las contradicciones en el seno de la UE son inevitables. La capacidad de producción, la existencia de materias primas, los salarios o el nivel de importaciones y exportaciones son diferentes en cada Estado. Estas diferencias se manifiestan en su déficit económico, su deuda pública y en su capacidad financiera, que se recrudecen a un más en el marco de la crisis estructural del capitalismo, aumentando la desigualdad entre los Estados y por tanto agudizando las contradicciones entre las potencias centrales y los países periféricos de la UE. Pese a ello, la burguesía es hostil hacia la clase obrera, independientemente de la posición geográfica y de la posición que ocupe el Estado en el sistema imperialista.
Por ello es imposible establecer unas políticas financieras comunes que beneficien a todos los Estados por igual. Las diferentes medidas económicas han beneficiado y benefician a los monopolios alemanes, franceses y británicos. El Estado español está en una posición periférica, junto a países como Italia, Grecia o Portugal, frente a las potencias centrales de la UE. Sufriendo las imposicionesde la burguesía franco-alemana.
Muchas de estas diferencias se plasman en choques o pugnas en diversas materias. Por ejemplo, durante la Invasión de Irak de 2003, diversos países optaron por no participar en dicha campaña, como Francia o Alemania. No se debe a un carácter más pacifista o progresista de estos países, si no a los intereses de su burguesía y su relación con los EEUU en esta materia.
Salir de la UE y el Euro
En definitiva, la Unión Europea constituye un organismo intrínsecamente capitalista. Cualquier idea de reformarla o de constituir una “Europa de los pueblos” choca frontalmente con la realidad de su construcción, su constitución y su función. Las contradicciones fundamentales del capitalismo son contrarias a la construcción de una Europa armónica donde exista una igualdad entre los pueblos. Estas ideas reformistas abanderadas por el Partido de la Izquierda Europea (PIE) lejos de atacar a laUE refuerzan sus posiciones alentando la quimera de una UE de “nuevo tipo”. Establece la coartada que la burguesía europea necesita para continuar con su expansión y su explotación sobre la claseobrera.
En el proceso europeo la socialdemocracia ha jugado un papel muy importante en la justificaciónde la UE, achacando los males de su deriva a la gestión “neoliberal”. Es cierto que el capital, según el momento histórico y las circunstancias, ha realizado ofensivas, o por lo contrario, han realizado concesiones. Pero perder de vista el carácter puramente reaccionario de la UE como instrumento de los monopolios europeos es caer en un idealismo respecto a su función.
El Parlamento Europeo constituye una máscara del poder burgués y del imperialismo, principalmente el alemán y el francés. Es imposible realizar en el parlamento europeo cualquier reforma como instrumento para descomponer el poder burgués, ni como instrumento para vigorizar larevolución. En las últimas elecciones al parlamento europeo (2009) hubo a nivel europeo una abstención del 57%. En el caso concreto del Estado español esta fue del 55,10%, esto muestra el grado de desconexión de las masas populares ante el parlamento europeo. A esto hay que añadir los llamativos datos del Estede Europa donde existen países que cuentan con tasas de abstención que superan el 70 y hasta el 80%. Un parlamento opaco con unas funciones desconocidas para la mayoría de la población y que apenas tiene repercusión.
El Parlamento Europeo ni siquiera es un órgano con tales funciones políticas, el poder políticode la UE se ejerce desde instituciones no democráticas detentadas por los líderes de los monopolios transnacionales del continente. El Parlamento Europeo no es más que una sala de citas donde se les oferta a los grandes monopolistas la posibilidad de entrar en contacto con la burguesía nacional de cada país miembro.
Teniendo en cuenta estas afirmaciones desde Iniciativa Comunista apostamos por:
- La salida inmediata de la Unión Europea y del euro, así como de las instituciones y organismos aliados (BCE, FMI y la OTAN).
- El aumento de la concienciación de la clase obrera y los sectores populares respecto al carácter reaccionario, capitalista e imperialista de la Unión Europea.
- Destapar y caracterizar a los elementos oportunistas y reformistas que refuerzan el proyecto europeo mediante la quimera de su reforma. Un reforma que no solo es inviable, al ser el Estado español un Estado imperialista de segundo orden y en pleno periodo de crisis estructural, sino que, además, pretende ser conseguida a costa de la mayor y mejor explotación de la clase obrera de los países y Estados oprimidos por el imperialismo. Es decir, de la mayor y mejor explotación de la mayoría de la clase obrera a nivel mundial y el mejor expolio de sus recursos.
Nuestra posición frente al Estado español
El Estado español, un Estado imperialista
La génesis de la actual estructura y superestructura del Estado español la encontramos en pleno Franquismo, durante los años 60, en el llamado desarrollismo y la ambición de poner al Estado español en el bloque imperialista de la Unión Europea. Durante estos años se potencia en gran medida la creación de la actual burguesía española y la acumulación de capital. Por un lado tenemos las grandes industrias apoyadas desde el Instituto Nacional de Industria y por otro las grandes constructoras enriquecidas con la mano de obra esclava republicana y la gran banca que se vanunificando. Es decir, los capitalistas y las grandes firmas surgen de fascismo y están dirigidas por fascistas.
Durante los años 70 comienza la farsa de la transición, necesaria para entrar en la comunicad económica europea. Pese a la complicidad del eurocomunismo entendemos que el movimiento obrero y popular plantea una destacada batalla y se viven momentos pre revolucionarios.
La constitución del 78 supone una reforma interna del régimen que deja intacta la base legal del golpe militar de 1936, así como toda la maquinaria represiva, instituciones, expropiaciones y acumulación de capital generados por el fascismo y abre una etapa de lucha revolucionaria que no se cierra hasta bien entrados los 80 donde entendemos que el movimiento obrero sufre una derrota en el conjunto del Estado salvo en el caso de Euskal Herria, donde el movimiento nacional de liberación vasco sigue sin aceptar la lógica del régimen. A partir de este momento entendemos que la principal forma de dominación pasa a ser la asunción por la gran mayoría de las clases populares de la ideología dominante allá donde se ha desactivado las luchas y fascismo donde quedan activados focos de resistencia popular.
A la derrota de la transición le sigue el proceso privatizador de las grandes empresas de la industria nacional a manos del capital financiero, que comienza una espiral de absorciones y fusion es que continua hasta nuestros días. La espiral belicista del imperialismo para conquistar nuevos mercados llega a su cénit con la participación española en la guerra de Irak, despertando los rescoldos antibelicistas del movimiento anti OTAN y creando un nuevo ciclo de lucha popular y recuperación del movimiento comunista que continua hasta nuestros días.
Es por ello que afirmamos que la estructura del Estado tiene su base en el fascismo, como de la misma forma afirmamos que el imperialismo es la maquinaria represiva para la clase obrera y los pueblos oprimidos más terrible que haya conocido la historia de la humanidad, y que sólo se viste de rostro democrático a conveniencia. Entendemos que el Estado plantea cuatro contradicciones fundamentales entre democracia y dictadura:
- Libertad de elección representativa: monarquía y ley electoral.
- Libertades públicas: libertad de expresión, de reunión, de manifestación y de confesión religiosa.
- Derecho de autodeterminación de los pueblos.
- Libertades colectivas: libertad de asociación, libertad de huelga, libertad departidos etc.
Si bien durante los años 90 la clase obrera considera subjetivamente que el Estado es una democracia, los recientes ataques a las libertades democráticas más elementales hacen que esa percepción subjetiva vaya cambiando a pasos agigantados. Por lo tanto los sectores de las capas populares que luchan por dichas libertades democráticas deben ser aliados del movimiento obrero.
El Estado español, una cárcel de pueblos
Una de las contradicciones insalvables por parte del Estado es el carácter plurinacional del Estado español. Entendemos que la identidad de la nación española no puede basarse en el sometimiento de otros pueblos y naciones, que la principal base de convivencia entre pueblos ha de ser el libre derecho a decidir su relación entre los mismos, es decir, el derecho de autodeterminación.
Es por ello que apoyamos el libre derecho a decidir de las naciones que así lo consideren. Además defendemos que no es casualidad que actualmente en las llamadas nacionalidades históricas –Galicia,País Vasco, Catalunya- exista un movimiento popular de masas, de mayor o menor envergadura, que reclaman dicho derecho.
La crisis económica y la bancarrota de la socialdemocracia
Tal y como explicamos el papel del revisionismo eurocomunista y de la socialdemocracia clásica fue determinante para desactivar el movimiento obrero y popular antifascista y asimilarlo en el régimen. La base de la ideología socialdemócrata es que puede existir una colaboración entre clases que sea beneficiosa para ambas partes. Éste fue la primera forma de revisionismo en el seno del marxismo y de una forma u otra se ha repetido a lo largo de la historia con tal o cual careta.
La ingente masa de plusvalía apropiada por los grandes capitales españoles en el extranjero permitió generar una ilusión de enriquecimiento para el conjunto de los trabajadores y trabajadoras del Estado español. Una ilusión temporal fundamentalmente desarrollada a través del crédito. La explosión de la burbuja inmobiliaria dio el pistoletazo de salida de la realidad para los y las trabajadoras: el empobrecimiento absoluto y pérdida de “derechos conquistados”. Esta cuestión es de vital importancia porque desacredita la base fundamental de la socialdemocracia, su colaboración pasa por los llamados a “apretarse el cinturón” que de tanto apretarse a muchosy muchas ya les ha explotado.
La lucha por la III República, la lucha por la revolución
De la misma forma que hemos visto que la clase dominante tiene una tradición, también la tienen las clases populares. La heroica resistencia antifascista y revolucionaria durante la guerra civil ha marcado para siempre los colores de la bandera de de la II república española, que sin ser revolucionaria en sus inicios acabó asociándose a los valores de progreso y emancipación obrera, de las mujeres y de las nacionalidades.
Lejos de los análisis nostálgicos y desde el reconocimiento a todas aquellas personas que han mantenido la llama de la república viva, entendemos que el sentimiento republicano agrupa al movimiento popular en la lucha contra el régimen. Un movimiento popular que debe ser dirigido por el movimiento obrero para la construcción del socialismo. Prueba de ello es el aumento constante espontáneo de banderas republicanas en manifestaciones, huelgas y hechos contestatarios.
No supeditamos la estrategia revolucionaria a la consecución de una república burguesa. Creemos que el existen las condiciones para liderar un movimiento republicano popular con aspiraciones revolucionarias que finalice lo que nuestros antepasados comenzaron.
El Partido y el movimiento popular luchando contra el régimen
De los anteriores análisis se desprende que el movimiento obrero y el movimiento popular todavía están en fase de reorganización. Entendemos que esta fase es prioritaria y que debe estar alejadade la lucha institucional. A día de hoy no existen condiciones para que un movimiento popular de carácter revolucionario pueda tener una estrategia de lucha institucional y valorar la participación por conveniencia en elecciones evitando desgastes y desengaños electorales en erradas estrategias deacumulación de fuerzas. El verdadero movimiento está por crearse y esa debeser la única prioridad.
El MLNV, la ponencia Zutik y la solidaridad, seña de los y las revolucionarias
Anteriormente explicamos que el movimiento obrero y popular sufrió una grave derrota en el Estado español salvo en el País Vasco. Durante más de 30 años ha existido un movimiento político, social y armado beligerante con la política del régimen. Como es lógico todos estos años han dejado incontables represaliados y represaliadas políticos, asesinatos, torturas y un sinfín de vueltas de tuerca a las legislaciones. Se ha ilegalizado de facto cualquier expresión del independentismo en cualquier órgano institucional o público, a lo que hay que unir la guerra sucia practicada por el Estado, con su punto álgido en el GAL y que dura hasta nuestros días con las desapariciones de activistas y “suicidos” en las cárceles.
Es por ello que consideramos de especial interés el proceso político e ideológico que se está dando en el seno del MLNV y que tiene repercusión en todo el Estado.
Nuestra organización va a continuar caracterizándose por mostrar su solidaridad con aquellos y aquellas que luchan más allá de compartir o no su estrategia política y sin importar los delitos por los que estén acusada dichas personas.
Dicho esto, constatamos y rechazamos la nula voluntad por parte del Estado español en entrar en cualquier negociación que no pase por la derrota y asimilación del MLNV.
Debemos poner especial énfasis en la relación con aquellas organizaciones que en EH aún en la lucha por la liberación nacional y social. En este sentido creemos que para la consecución de tales objetivos se hace necesaria la construcción de un partido marxista-leninista en EH que aborde la lucha por la independencia y el socialismo.
Además nuestra solidaridad no puede quedarse sólo en el colectivo de presos y presas políticas vascas, sino que como hemos explicado debe ser sobre toda aquella persona que luche. En especial queremos reconocer a los presos y presas comunistas y antifascistas que han sufrido con la misma crudeza al aparato represor fascista. Para Iniciativa Comunista es irrenunciable la lucha por la amnistía de todos y todas los/as presos/as políticos/as.