Antifascismo

Sí, camaradas, el fascismo morirá. Pero, ¿habrá de morir tan sólo por explosiones de entusiasmo? No. (…) Está muy bien el entusiasmo, está muy bien esa voluntad de lucha antifascista que se refleja en este grandioso acto y en los que se celebran estos días. Pero tenéis que comprender todos, que a este deseo y a esta voluntad hay que darles una forma orgánica, hay que encauzarlos en una fuerte organización que desarrolle la lucha y nos lleve al triunfo sobre la reacción y el fascismo.

Tres años de lucha. José Díaz

Caracterización del fascismo

Las crisis económicas son el caldo de cultivo perfecto para que las burguesías nacionales alimenten y promocionen a la extrema derecha.

La fuerte inestabilidad social que se da durante estas, hace tambalear los cimientos de la sociedad capitalista, y la agudización de la lucha de clases provoca que los poderosos le vean las orejas al lobo, sintiendo pánico ante la posibilidad de que les sean arrebatados sus privilegios de clase.

Ante esto tratan de frenar los avances populares de manera inmediata mediante la represión institucional (con la legislación, con la policía, con la represión administrativa…), que únicamente les sirve de manera temporal.

Según van avanzando las ideas revolucionarias en la sociedad, se ven obligados a frenar por cualquier medio posible estos avances, para lo cual no dudan en traspasar su propia legalidad. Con este fin surge el fascismo y la extrema derecha: ser el último resorte para mantener el orden social existente y tratar de frenar los avances populares.

Las clases dominantes, conscientes de que únicamente mediante la violencia no van a poder salvaguardar sus privilegios, tienden a desarrollar movimientos que aparentemente defienden los intereses de los/as trabajadores/as nacionales utilizando un lenguaje demagogo y populista, y una retórica hasta revolucionaria para engañar y confundir, pero que obviamente son inofensivos para la estructura económica.

El fascismo, con el apoyo de la burguesía nacional e internacional, con el apoyo mediático que reciben de los medios de comunicación y con la indispensable ayuda de las estructuras del propio Estado, como son Policía, jueces o políticos, consiguen expandir su mensaje populista y demagogo, camuflado en un lenguaje y en una puesta en escena defensora de los intereses de los/as trabajadores/as y de la patria, y asumiendo las demandas sociales concretas existentesen la población. Según Dimitrov: “el fascismo adapta su demagogia a las particulares nacionales de cada país e incluso a las particularidades de las diferentes capas sociales dentro de un mismo país. Y las masas de la pequeña burguesía, incluso una parte de los obreros, llevados a la desesperación por la miseria, el paro forzoso y la inseguridad de su existencia, se convierten en víctimas de la demagogia social del fascismo”.

Sin embargo cuando hablamos de fascismo, y algunas de sus características como el racismo y la xenofobia, no hablamos de fenómenos aislados o respuestas sociales a realidades concretas. Los elementos ideológicos del fascismo y la exaltación de los valores más conservadores, no surgen espontáneamente en ninguna sociedad, se van introduciendo poco a poco de manera sutil o abierta,a través de procesos «educativos»,  religiosos,  grupos o partidos políticos y propaganda alienante, através de medios de difusión. El caldo de cultivo que permite la proliferación de las ideas fascistas es una mezcla entre ignorancia, prejuicios y fanatismo. Franz Fanon decía que: «el racismo no es una constante del espíritu humano sino una disposición inscrita en un sistema determinado«.

Analizando por tanto su desarrollo, sus intereses y pretensiones, se deduce que indudablemente los movimientos fascistas son instrumentos de la burguesía que permanecen aparentemente dormidos y que son despertados y promovidos en aquellas situaciones en las que puede ponerse en peligro el orden socio-económico capitalista.

El fascismo puede desglosarse en dos bases, una económica y otra ideológica. Su base económica permanece prácticamente inalterable, siendo la rama ideológica la que más variaciones presenta, puesto que puede presentarse con unas formas más tradicionales (como es el caso del falangismo) o con unos postulados más renovadores (como podría considerarse al “Fascismo del Tercer Milenio” de Casa Pound).

La extrema-derecha en el Estado español adopta diversos rostros en la actualidad

Pese a que el fascismo de corte autoproclamado “revolucionario” y el fascismo más conservador e institucional parecen defender posiciones diferentes, ambos coinciden en difundir posiciones interclasistas, ya sea mediante la negación de la existencia de las clases sociales o mediante el chovinismo, situando los intereses de la nación y del Estado por encima de las clases concretas, obviando el carácter de clase del Estado y por lo tanto facilitando a la burguesía nacional la explotación y dominio ideológico sobre la clase obrera. Pese a que su discurso demagógico pueda acusar de los problemas existentes a diversas causas (los capitales extranjeros, el poder económico judío, la inmigración, el islamismo, los llamados «nacionalismos periféricos», etc.) su práctica va encaminada a combatir el movimiento obrero y las organizaciones revolucionarias, ya sea desde la ilegalidad de los grupúsculos fascistas o desde las instituciones del Estado mediante la legislación o el uso de las estructuras represivas del Estado.

Otra característica compartida por la extrema-derecha en el Estado español es la defensa de un modo u otro de valores tradicionales como método de transmisión de la ideología dominante, que la sustentan con pilares como la concepción burguesa de la familia y la moralidad católica -encaminadasa someter a las mujeres trabajadoras-, la sexualidad y las relaciones afectivas que pretenden perpetuar el orden burgués.

Una de las causas por las que en el Estado español no se han desarrollado tanto como en otros países de Europa estos movimientos ha sido por la falta de persecución a la que han sido sometidos, ya que no han tenido la necesidad de replantearse la estrategia que han tenido desde sus inicios, tampoco han modificado su discurso ni su forma de actuar, a diferencia de otros países en los que el fascismo sí que ha estado perseguido y como consecuencia ha tenido que mutar para poder ser aceptado socialmente. El fascismo en el Estado español ha permanecido por tanto anclado en otra época sin saber adaptarse a las realidades, y aquellas organizaciones que tratan de ser más transgresoras no logran ser más que unas burdas copias de otras organizaciones europeas.

Nuestra estrategia en lucha antifascista

La lucha contra el capitalismo

No existe mejor estrategia para combatir el fascismo, que la lucha contra el sistema capitalista y contra el imperialismo. Es tan importante el tener claro y no confundir el fascismo como fenómeno aislado, como el no creer que el antifascismo es un proceso aislado de la lucha de clases. Igualmentees importante para una organización comunista y revolucionaria como la nuestra, tener claro que enfrentar al capitalismo nos lleva a enfrentarnos directamente con su herramienta más reaccionaria y violenta, el fascismo, y que para ello debemos llevar la ofensiva en la lucha ideológica, y no solo estar preparados para repeler sus embistes, si no atacar y confrontar con los fascistas cada vez que intenten ganar terreno o asomar la cabeza.

La confrontación directa contra las bandas fascistas es indispensable pero igualmente es importante el combate y la denuncia del fascismo institucional incrustado en el sistema, y contra los partidos extremaderechistas representados en las instituciones.

La denuncia y el desenmascaramiento del fascismo se tornan en un eje elemental en la lucha antifascista, para tratar de que no contaminen con su mensaje a la sociedad, así como para destapar los numerosos vínculos existentes entre el fascismo institucional, las bandas fascistas, la policía, elejército y la judicatura.

La denuncia del fascismo y la lucha antifascista debería integrar a todas aquellas personas que trabajan por la defensa de los derechos contra el injusto sistema social, y se ven afectadas de forma directa por la represión y la violencia fascista.

Los colectivos y coordinadoras antifascistas

Para nuestra organización es estratégica la participación dentro de organizaciones antifascistas, siguiendo el ejemplo de la Coordinadora Antifascista de Madrid que lleva muchos años acumulando experiencia, contactos y mecanismos de trabajo que coinciden en gran medida con nuestra concepción ideológica anticapitalista (aún cuando hay grupos de distintas ideologías) y nuestra visión política sobre la construcción de un movimiento de fuerzas necesarias para la construcción de un bloque digno heredero de la experiencia del Frente Popular.

Debemos incidir y desarrollar lucha ideológica, con humildad y honestidad defendiendo siempre la unidad entre los diferentes sectores antifascistas, buscando integrar y concienciar al conjunto dela clase trabajadora (y concretamente a los sectores que sufren de manera especial la violencia y persecución fascista) en la lucha contra el racismo, la xenofobia y el fascismo contrarrestando la desinformación y el terrorismo mediático que coloca a los grupos fascistas y antifascistas como “dos caras de lo mismo” o “bandas ultras de los dos extremos” y haciendo ver que la lucha antifascista es una expresión más de la lucha de clases.

Coordinación estatal

Apostamos por una coordinación estatal de organizaciones y colectivos antifascistas. No podemos ser ajenos a la realidad existente en el Estado español, donde los grupos fascistas y la represión cuentan con vínculos orgánicos a nivel estatal, e incluso europeo. El movimiento antifascista debe apostar por fortalecer los lazos y vínculos con otras organizaciones antifascistas del Estado tendiendo a una mayor coordinación y unidad de acción que refuercen mutuamente al movimiento antifascista en los diferentes territorios.