La Revolución y el Movimiento Popular,
dos cuestiones estratégicas de primer orden

La tarea inmediata de la vanguardia consciente del movimiento obrero internacional, es decir, de los partidos, grupos y tendencias comunistas, consiste en saber llevar a las amplias masas (hoy todavía, en su mayor parte, soñolientas, apáticas, rutinarias, inertes, adormecidas) a esta nueva posición suya, o, mejor dicho, en saber dirigir no solo el propio partido, sino también a estas masas, en la marcha encaminada a ocupar esa nueva posición.

– La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo. V. I. Lenin

La Revolución Socialista

Iniciativa Comunista considera imperativa la construcción de un movimiento popular de clase, alejado de objetivos electoralistas, que centre su lucha en la voluntad de derrocamiento revolucionario del sistema capitalista y la consecución de una nueva sociedad socialista. Desde la caracterización de clase de Estado burgués con una herencia fascista, IC asume que la promoción de etapas intermedias entre la revolución y la toma del poder por los trabajadores y las trabajadoras sería caer en una táctica reformista que poco ayudaría a los intereses de la clase trabajadora. La única alternativa al sistema capitalista es la organización del movimiento obrero y popular en torno a un programa revolucionario para la toma del poder político y económico por parte de la clase obrera y su Partido Comunista.

Este movimiento debe estar integrado por el movimiento obrero, juvenil, feminista, antifascista, antimperialista, y de clase en general, de todas las explotadas y los explotados, que coincida en sus luchas por una salida revolucionaria al poder burgués y la construcción del socialismo.

Más allá de un mero agregado de siglas, se debe construir un sólido bloque en el que prime una unidad de acción y unos principios básicos de unidad de clase. Los y las comunistas deben tener un papel primordial en la organización y estructuración del mismo, aumentando el nivel de las posturas tanto de discurso como de lucha. Deben entrar en el movimiento espontáneo de masas, reformista por naturaleza, y dotarle de un carácter de clase y combatividad que centre su lucha por la ruptura revolucionaria, no quedándose en las posturas cortoplacistas y de carácter inmediato.

Por lo tanto la lucha por la revolución es la lucha por la III República y viceversa, no se trata de un paso previo para la revolución socialista. El Estado español, pese a sus carencias democráticas y mantener características del Estado fascista, es un Estado burgués desarrollado, un Estado imperialista de segundo orden que sirve a los intereses del imperialismo mundial. Por lo tanto la contradicción primordial es entre burguesía y proletariado, y cualquier intento de reforma del régimen no sería más que una quimera burguesa para distraer y desorientar al movimiento revolucionario.

Será entonces necesario e imprescindible para ello, y teniendo en cuenta la limitación de nuestras fuerzas, la priorización de tres sectores o áreas de lucha de extrema e inmediata importancia. Con el objetivo de reconstituir el Partido y ese bloque popular revolucionario, tendremos que desarrollar el movimiento obrero como base de la organización comunista y contradicción principal enla lucha de clases. Priorizar la lucha de la juventud por su condición de nuevos/as explotados/as, tanto estudiantes como trabajadoras y trabajadores en el desarrollo de organizaciones juveniles, estudiantiles y barriales, para la consecución de un movimiento juvenil combativo. Y en tercer lugar potenciar la lucha por la liberación de las mujeres en todos sus aspectos, con el objetivo de crear un movimiento feminista de clase para la destrucción del sistema capitalista como condición necesaria de la destrucción del sistema patriarcal.

Movimiento Obrero

Separaremos por lo tanto dos planos. En primer lugar, el desarrollo del sindicalismo de clase entendido éste como una táctica defensiva y de unidad de los trabajadores y trabajadoras frente a los ataques económicos más inmediatos de la burguesía y sus títeres. Debemos apostar por las fuerzas que busquen una verdadera unidad obrera superadora de siglas y de perspectivas individualistas que se centran en objetivos parciales y no en la causa común. Esta unidad se entiende como el reto de unificar posturas y acciones de las distintas fuerzas obreras ante los ataques de un mismo Estado burgués y su legalidad. Se ilustraría en una agenda común de movilizaciones, huelgas y acciones que sean capaces de quitarle el protagonismo al sindicalismo vendido y se encaminen a la movilizaciónde los/as trabajadores/as.

Por lo tanto, las y los comunistas tenemos que ejercer también nuestra influencia directamente sobre las/os trabajadores, ayudando a la consecución de sus luchas económicas de forma directa y siempre elevando el discurso. Tenemos que saber llegar a los obreros y obreras, en mayor medida si están en situación de conflicto o lucha por derechos o puesto de trabajo. Hay que apoyar todas y cada una de las luchas que surjan de los propios trabajadores y trabajadoras. Es en esos momentos de pugna cuando las posiciones de las y los comunistas deben coincidir con la parte más avanzada de la clase trabajadora, sin intentar fagocitar la lucha sino tener capacidad de influir en su dirección.

Juventud

La juventud representa una parte importante del nuevo ejército industrial de reserva en cuanto a la creación de nuevos/as trabajadores/as. Parten de una formación precaria que no les asegura unas condiciones de vida dignas, y les prepara para vender su fuerza de trabajo al mejor postor. Cada vez son peores las condiciones de trabajo y de vida, que obligan a miles de jóvenes a emigrar a otros países en busca de un futuro mínimamente digno. Nos vamos a encontrar con una masa de jóvenesen condiciones laborales precarias o sin trabajo que van a buscar una salida a esa situación. Esta seráen la mayoría de los casos espontánea, sin organización ni estructuración de esa rabia e indignación. Tenemos por tanto que priorizar la organización de la juventud, para poder canalizar a esa masa de nuevas proletarias y proletarios hacia la revolución y saber encuadrarles en la organización o en susfrentes de masas.

Por lo tanto tres son los espacios donde centrarse:

Los centros de estudio (universidad, institutos y centros de formación profesional). Son los lugares donde la juventud suele tener un primer contacto con la militancia comunista, pues pese a ser espacios donde la superestructura difunde la ideología dominante siguen siendo también lugares de aprendizaje y socialización crítica, en los que se encuentra una buena parte del estudiantado obrero y rebelde.

Los barrios y las organizaciones juveniles locales están dándole un impulso a la lucha obrera juvenil. Con cierta capacidad movilizadora, canalizan la voluntad de distintas sensibilidades políticas en el ámbito local, con lo que debemos ser capaces de participar y desarrollar en estos colectivos, así como crear nuevos si es conveniente. Algunas ideas a desarrollar serían: defensa de la dignidad de los barrios obreros, por las infraestructuras, contra la degradación social, contra el tráfico de drogas,contra el desempleo, contra la carestía de la vida (transportes, etc.), por la defensa o demanda decentros culturales, de salud, educativos, deportivos, sociales o espacios autogestionados, contra la privatización de servicios municipales, degradación de transporte público.

Finalmente la lucha antifascista, aunque no estrictamente juvenil, abarca a la mayoría de colectivos y organizaciones de jóvenes. Es para muchos y muchas de ellos/as la primera vía de toma de contacto con la militancia y la lucha de clases, radicalizada en su extremo.

La organización tiene que saber dotarse de estructuras que sepan encauzar a esa juventud trabajadora dentro del movimiento obrero.

Antipatriarcado

La lucha por la liberación de las mujeres y contra el patriarcado se torna una necesidad esencial en la construcción de la organización comunista y por la emancipación de la humanidad.

La trabajadora, como fuerza de trabajo doblemente explotada por su condición económica y sexual, es uno de los colectivos más atacados por las instituciones del régimen burgués. La crisis ha remarcado cómo el capital se ceba en mayor medida con las mujeres, a la par que el gobierno títere de la burguesía y la Iglesia la despoja de derechos tan básicos y elementales como el del aborto libre. Por tanto la lucha debe centrarse en tres aspectos: el laboral, en el combate contra la desigualdaden el trabajo y por la liberación también en el aspecto económico, coordinándose en mayor o menor medida con el movimiento obrero. En segundo lugar en la lucha por los derechos de las mujeres, disminuidos progresivamente, en los que existe una gran masa de mujeres críticas sin una dirección. En tercer lugar, como marco global, la lucha contra el patriarcado en general, entendiendo como única vía posible para su destrucción la construcción del socialismo y la posterior sociedad comunista.

Otros objetivos estratégicos: antimperialismo

El antimperialismo y la solidaridad internacional de clase son un deber de una organización comunista. Ésta debe de estar plenamente informada de los acontecimientos de lucha de clase internacional sobre todo en los países que puedan tener más influencia en las propias contradicciones de su Estado. La solidaridad internacional siempre tiene que estar enfocada al avance global de las fuerzas populares, a pesar de que pueda suponer a simple vista un paso atrás.

Sin embargo no hay que caer en el tacticismo e ir a remolque de los acontecimientos internacionales, dejándose llevar por las dinámicas de la solidaridad y apartando el trabajo propio de reconstrucción en el propio territorio del movimiento popular y del Partido. Por lo tanto se buscará,en la reorganización del MCI y del movimiento antimperialista, un plan de trabajo concreto que evitará caer en este tacticismo, y avanzar sobre una línea planificada. Que éste sirva tanto para el conocimiento del conflicto de clase a nivel internacional como para alimentar el propio desarrollo del movimiento comunista en nuestro Estado, con el ejemplo de la lucha de los/as trabajadores/as en otro país.

Para la coordinación internacional se priorizarán las relaciones con organizaciones de otros paísesque favorezcan una alianza contra el enemigo imperialista más inmediato, en nuestro caso la Unión Europea, ya que formamos parte del mismo bloque político-económico de dominación mundial y somos partícipes de las mismas contradicciones. La batalla contra la UE se vuelve principalen nuestra lucha contra las agresiones imperialistas, y es debilitando el eslabón más débil de este bloque como podemos echarlo abajo. No por ello menospreciamos las luchas de los países más allá de nuestro entorno; apoyaremos siempre las luchas de liberación nacional y social con base en el internacionalismo proletario que favorezca a los pueblos y a la clase obrera internacional.