El laberinto de la violencia contra las mujeres

2024-03-13T17:07:54+01:007 de marzo, 2024|Actualidad|
Sobre la Inundación de Al-Aqsa, el papel del gobierno español y del comunismo.

Las demandas para la igualdad que hace años sostenían las pancartas son hoy propuestas por los partidos e instituciones. Dichas demandas, desgajadas del movimiento popular que las configuró, se han convertido en consignas vacías incapaces de explicar la situación de las mujeres ni la solución de sus problemas.

Ninguna receta institucional es eficaz para asegurar una vida sana y autónoma de las mujeres trabajadoras. Las apelaciones a la participación política y democrática de partidos de izquierda han supuesto limitaciones en las demandas, reorientándolas hacia reformas penales y retoques de leyes laborales, siempre dentro de los estrechos límites asumibles por el sistema capitalista.

Si bien alguna de estas reformas puede suponer cierto impacto positivo en las condiciones de las mujeres, nuestra labor no puede ser conseguir una sociedad ligeramente menos violenta o con una menor tasa de agresiones. Los avances en torno al llamado «Estado de Bienestar», insuficientes y temporales, se sostienen además sobre la explotación de la fuerza de trabajo de mujeres migrantes y de la clase obrera de los países dominados por las economías imperialistas.

La situación de las mujeres no puede ser combatida por buenas intenciones ni por leyes que apuntan a algunas de las consecuencias, dejando intactas las causas estructurales. Es necesario suprimir las condiciones que permiten esa violencia: la dependencia económica, las situaciones de coerción en esferas laborales y personales que impiden defenderse de la violencia sexual, los valores misoginos que impregan los productos culturales, un modelo de familia que encorseta a las mujeres y las ata al trabajo doméstico y a empleos precarios y bajos salarios… condiciones que se retroalimentan entre sí, asentando la dependencia y los lazos con los agresores y entornos opresivos.

Nuestra propuesta es clara: necesitamos construir una organización independiente de las instituciones, capaz de señalar las bases de las relaciones capitalistas como sustrato del sometimiento de las mujeres, que fomente la formación política y la capacidad de respuesta de las mujeres. Por ello, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora apelamos a la necesidad de construir una organización profesionalizada que transmita la ideología revolucionaria a la clase trabajadora, especialmente a las mujeres, de forma que la organización comunista vuelva a ser el proyecto consciente de las masas.

Las comunistas no debemos limitarnos a intervenir en los espacios políticos ya existentes, sino que nuestra labor pasa por dirigir a nuestra clase. Sólo así podremos destruir las paredes del laberinto en el que nos han encerrado.

Pongamos todos nuestros esfuerzos por la emancipación de las mujeres, por la organización comunista.

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