El propio Santiago, ha defendido, que asumir el leninismo “nos sirve para llevar a cabo una definición cada vez mayor de nuestra ideología y para sentirnos más cómodos con los partidos comunistas de nuestro entorno. Somos herederos del marxismo y el leninismo”. Además, ha explicado que apostar por el leninismo no significa renunciar a la vía electoral para la toma del poder político, ya que “hay que estudiar la situación concreta para elaborar una estrategia”, y pone el ejemplo de Venezuela, donde “se está construyendo el socialismo a través de la vía electoral”.
– «El PCE finaliza su XX Congreso recuperando el leninismo 40 años después» Javier Romo para Mundo Obrero, diciembre 2017
El diccionario de la real academia española define Antítesis en su acepción de figura retórica como “Oposición de una palabra o una frase a otra de significación contraria, como en te amo porque me odias.” Si bien en ediciones futuras podríamos sustituir ese poético “te amo porque me odias” parafraseando a Enrique de Santiago, Secretario General del PCE, con un “soy leninista porque construyo socialismo a través de la vía electoral”
Para poder llegar a esa conclusión Enrique de Santiago primero dice que no van a renunciar a “la vía electoral” ya que hay que elaborar una estrategia para la toma del poder -suponemos que toma del poder por la clase obrera-, y es muy importante el análisis concreto de la realidad concreta. Enrique es un hombre culto y suponemos que utiliza expresamente el término “Vía” y no otros términos del tipo participación, instrumentalización o apoyo, entre otras términos, porque después de hablar de “el estudio concreto de la realidad concreta” pone de ejemplo al estudio concreto de la realidad concreta venezolana como ejemplo a aplicar en la realidad concreta española.
Quizás haya quien no encuentre contradicción alguna en todo lo anterior -a riesgo de realizar un spoiler a quien todavía esté formándose en esto del m-l-, pero resulta paradójico que el congreso dónde se “recupera” el leninismo en el PCE, precisamente sea donde se apuntalen las tesis del eurocomunismo, que no son otras que las de “construir socialismo a través de la vía electoral”.
Han pasado dos años y medio y nadie con dos dedos de frente espera que el PCE termine de estudiar concretamente la realidad concreta para elaborar su estrategia de la toma del poder, pero con modestia vamos a intentar poner bajo relieve algunas cuestiones concretas entorno a lo que se traduce la vía electoral.
Escribo estas líneas lejos de pretender hacer sentir incómodos a los comunistas de nuestro entorno, con la humilde pretensión de hacer reflexionar sobre varias cuestiones a la multitud de Comunistas honestos que seguramente ya llevan años planteándose, igual que tantas personas que hemos militado en el pasado en el PCE o sus Juventudes, hasta que hemos interiorizado la ruptura ideológica con el mismo. Lejos de pretender buscar la división con el PCE y su entorno, precisamente una de las principales tareas de los comunistas del estado español es avanzar en la unidad ideológica entre los mismos.
No hace falta ser economista como el Ministro Garzón para saber que a la clase obrera nos esperan años muy duros, tanto a nivel internacional como en el estado español y que el futuro inmediato va a pasar por duros y decisivos combates de clase que perfilarán el horizonte de la revolución. Tener clara la línea de intervención y contar con todas las fuerzas aliadas va a ser fundamental y en ese sentido la militancia del PCE y de sus juventudes debe preguntarse en qué lado de la barricada quieren estar. Si de lo que se trata es de gestionar la miseria o de abolirla, si el marco de intervención se debe ceñir a los límites de la legalidad y de la economía de un país Imperialista criminal o de borrarlo de la faz de la tierra, si rompen con la llamada línea socialchovinista de la II internacinal o si abrazan definitivamente la reforma como vía. En definitiva se trata de abordar de forma directa dos conocidos dilemas: Reforma o Revolución y Socialismo o Barbarie.
De momento está claro que el PCE ha optado por reforma tal y como manifiesta Enrique de Santiago en la revista ideológica del PCE Nuestra Bandera en su número de Marzo:
[…]El Gobierno no puede ser exclusivamente de las fuerzas políticas que lo componen, sino que debe ser asumido por la clase trabajadora como propio, incorporándose a las tareas de su defensa y de exigir su cumplimiento. Necesitamos trascender urgentemente el actual estadio de coalición electoral de Unidas Podemos y, como hemos acordado innumerables veces en el Partido Comunista de España (PCE) y en Izquierda Unida, impulsar el proceso de convergencia política del que resulte el movimiento político de amplia base social que nos permita construir una mayoría social que sustente este Gobierno y nos proyecte a una más amplia mayoría electoral.
– Enrique de Santiago Nuestra Bandera, marzo 2020
La entrada en el gobierno de coalición por parte de UP y por lo tanto de sus socios de IU-PCE es precisamente la demostración práctica de dicha vía electoral. En el llamado reparto de sillones, el PCE a copado numerosas posiciones, siendo las más representativas la de la Ministra de Trabajo Yolanda Díaz -a la que Enrique de Santiago se refiere constantemente en sus RRSS como “la Ministra de Clase Obrera”- y la del Ministro de Consumo Alberto Garzón a la que habría que sumar múltiples Secretarías de Estado.
Concediendo el beneficio de la duda a que el Gobierno de la clase obrera de Santiago aún tenga tiempo para desarrollar los múlitples puntos del acuerdo de Gobierno PSOE-UP (III) vamos a centrarnos en los puntos más mediáticos que ya ha quedado de facto que quedan en letra muerta:
- Derogación de la reforma laboral: Tras el acuerdo con EH Bildu para su Derogación a cambio de apoyar la prolongación del estado de alarma, lo que parecía una presión desde fuera del gobierno se tornó en tragedia al salir a la palestra la Ministra de Economía, escoltada por los voceros de la patronal para dejar meridianamente claro que no se iban a tocar las cuestiones estructurales, en concreto, el “precio del despido” como línea roja para flexibilizar el mismo y permitir a las grandes de empresas realizar los ajustes que consideren necesarios en cuanto a su plantilla.
- Derogación de la Ley Mordaza: En este aspecto podemos decir que la misma ha sido la muletilla legal de los abusos policiales en los barrios obreros del Estado, en claro contraste con la pasividad ante las protestas de los llamados “Cayetanos”.
- Regeneración democrática: El bloqueo a las comisiones de investigación de los delitos del “Rey emérito” y de su colega Felipe González nos indican que la regeneración democrática del Gobierno de la clase obrera “huele a azufre”. Aunque de poco les sirve, porque que el choteo con el Gobierno de la judicatura y de los cuerpos represivos queda de manifiesto con la ofensiva del “8 de marzo” por parte de la oposición.
- Impuesto a la grandes fortunas: Sin entar a que las grandes fortunas de verdad poco o nada tienen que declarar de forma oficial, esto es como patrimonio individual y no como societario y que la participación de la rentas del trabajo son el 85% de la recaudación del Estado frente a un 15% de las rentas del capital y el IS. Resulta que también han tenido que echarse para atrás.
Sin pretender realizar una recopilación exhaustiva, entendiendo los cuatro ejemplos como representativos de contradicciones políticas y económicas que el reformismo es incapaz de revolver y los límites de la participación institucional y sin entrar a valorar otras más complejas que recoge el acuerdo como es el “abordar el conflicto catalán” o hablar de las grandes ausencias como pueda ser el gasto militar, la participación en la OTAN y la presencia de tropas españolas en el extranjero -de lo que según parece ya no escuchamos a nadie del PCE hablar de ello-, hasta el punto de haber liquidado a algún “alma libre” como el ex eurodiputado Javier Couso.
En la otra parte tenemos el aumento del SMI y el llamado Ingreso Mínimo Vital como grandes “victorias” del Gobierno de la clase obrera, aunque ya hay quien cuestiona la diferencia entre la realidad y la “comunicación” por parte del gobierno (IV). De ser esto así, el PNV lleva gobernando para la clase obrera en la Comunidad autónoma Vasca durante décadas, ya que tienen medidas similares desde hace años. Podría argumentar que dichas medidas se sostienen a costa de la explotación mundial -que lo son-, pero en el caso del Ingreso Mínimo Vital más fácil que eso, sólo hay que mirar quién “paga la fiesta”, siendo la seguridad social la que lo hace, es decir, la caja de los y las trabajadoras. Si miramos en otros países imperialistas -o “de nuestro entorno”, como le gusta decir a la gente de bien- todos y cada uno de ellos aprueban medidas similares para proteger el consumo y “estimular la economía”. Al final la fiesta la acaba pagando la clase obrera internacional, pero es más fácil mirar para otro lado y pensar que no existen relación entre una cosa y la otra.
Prueba de ello es el vergonzoso acuerdo de la Ministra de la clase obrera Díaz, ampliando el pago de los ERTES a las empresas hasta septiembre (V), sirviendo como muestra más descarada del papel del estado como garante de los intereses de la clase dominante.
Volviendo a esquizofrenia leninista del PCE y sus juventudes. En menos de un mes vemos que la UJCE saca dos comunicados contrarios a la actuación de sus Ministros y del Gobierno de la clase obrera, ya que de alguna forma hay que contentar al sector más “radical”.
- Ante la suspensión de las medidas sobre el juego online y casas de apuestas (VI): Manifestando su disconformidad con los pasos atrás dados por el Ministro de su partido, ya que les deja con el “culo al aire” en su papel movilizador frente a las mismas. En el mismo artículo manifiestan el sin sentido de haber ya no llevado adelante su plan programática, sino de literalmente dar marcha atrás pese a que la medida se estaba mostrando efectiva. El artículo no tiene mucha más miga, así que vamos al siguiente.
- Ante la candidatura de Nadia Calviño a dirigir el Eurogrupo (VII): Donde manifiestan su interés en reformar la UE basándola en la cooperación entre Estados -no se dan cuenta de que ya está basada en la cooperación entre Imperialistas, con quien tenemos que cooperar es con la clase obrera internacional- , pero que no les gusta la Ministra Calviño porque la identifican con el “ala neoliberal del PSOE” -tampoco se han debido dar cuenta de que eso del neoliberalismo pasó de moda-. Esto quedaría bien de no ser porque los Ministros de su partido Garzón y Díaz están encantados de que la Ministra Calviño presida el eurogrupo (VIII). Eso si, con las reticencias de Sánchez Mato que ya tiene su propia experiencia del “Roma no paga a traidores” al frente del ayuntamiento de Madrid haciendo políticas para los barrios pijos y saneando el endeudamiento de los anteriores alcaldes. ¿Será Sánchez Mato el nuevo Enrique de Santiago cuando era la “oposición de izquierda” dentro del PCE? Sólo el tiempo lo dirá, lo que sí sabemos es como acaba una y otra vez esa escenificación del “poli bueno y poli malo” que tanto le gusta a quienes tienen aspiraciones a integrarse con el aparato del Estado.
Superar las contradicciones en el ciclo de lucha que se abre y tomar partido es la tarea que cada vez se vuelve más urgente por parte de las y los comunistas. No basta con voluntariedad, no basta con entusiasmo, no basta con la retórica y las estética. Hay que dar pasos en firme, hacer avanzar el movimiento revolucionario, formarse y ser parte misma de las soluciones y no de los problemas. En ese sentido estoy seguro de que dentro del PCE y sus juventudes hay mucha gente con gran potencial revolucionario y con quienes vamos a coincidir en los años venideros en las luchas prácticas que se van a abrir.
Sólo queda una asignatura pendiente:
Romper ideológicamente con el reformismo para volver a poner el leninismo como protagonista del siglo XXI.
L. Rios, militante de Iniciativa Comunista